Los calamares, un cefalópodo astuto con un alto valor gastronómico, cotizado por los pescadores, se suelen encontrar en zonas arenosas, sin corrientes, ya sea desde embarcación o desde costa, como diques o escolleras, es un cebo excelente para las lubinas, dentones y demás depredadores que habitan por el fondo, su manera de pescarlos es muy adictiva ya que produce una satisfacción personal al lograr un gran ejemplar, buscaremos los famosos chipirones en los meses de estío, y los grandes adultos en épocas invernales, normalmente en pareja, los más jovenes suelen ir en trolla, es decir, varios individuos juntos, para pescarlos deberemos buscar la luz artificial de una farola, o simplemente el reflejo de la luna sobre el agua.
Se suele decir, que en Luna Llena no se pescan calamares, no es del todo cierto, ya que yo mismamente he realizado grandes capturas en esas noches de verano, por otro lado los días lluviosos se suelen encontrar más activos en busca de alimento, al ser un animal de hábitos nocturnos.
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